viernes, 24 de junio de 2011

¿Cómo puede ser de importante una persona en la vida de otra?

¿Tanto puedes llegar a necesitar a alguien como para cometer por ella locuras que no cometerías por nadie más?

Y no hablo solo por el chico de tu vida, no digo por amor, o por pasión, por las hormonas que se te revolucionan cuando lo ves, o cuando no lo ves (quizás estas son las peores). No solo la tristeza que sientes al saber que nunca estarás con él, o la angustia de no saber como decirle que no le quieres, y el miedo a romperle el corazón. La risita tonta que te causa cualquier tontería, sus amigos, la calle donde te encontraste con él o la chica que le hacía ojitos.

¿Cuánta es la soledad que se siente cuando un amigo te falla?

La persona en la que mas confiabas, la que pensabas que nunca se rajaría, la que siempre estaba ahí, y en el momento que debía estar, cuando realmente necesitabas su apoyo, entonces ya no está. ¿Cómo de grande es esa herida? ¿Tanto como para no llegar a confiar mas?

¿Cómo es de grande el vacío al perder a un familiar?

El no poder verle día a día, como hacías siempre, no tenerlo para abrazarle, para darle un beso por las noches, y decirle que le quieres.

¿Realmente podríamos llegar a vivir sin nadie que nos quisiese? ¿Cuánto tiempo podríamos aguantar sin sentir cariño?

Quizás lo realmente imprescindible en nuestra vida sea el amor, el notar que hay gente que te quiere, y que tu tienes a alguien a quien querer.

martes, 14 de junio de 2011

lunes, 13 de junio de 2011

Me gustaría verte, y k me veas, y que te des cuenta que ya te olvidé, tengo ganas de que entiendas, que ya no voy a llorar mas por ti.

Si me gustaría. Pero me da miedo. Me da miedo que sea mentira, verte y darme cuenta que me sigues doliendo, aunque no te lo merezcas…

Temo que un segundo después de marcharte, mis ojos no se contengan, hagan lo que el corazón les manda, y rompan a llorar.

jueves, 9 de junio de 2011

la robadora de almas...


En este mundo capitalista en el que vivimos, y con las pocas alegrías “del espíritu” que ha habido últimamente, pensé que con algo material y ten querido como “Doña Reflex”, se me alegraría todo, pero no. ¿Por qué? Porque lo que me hace feliz es fotografiar emociones, sensaciones, estados de ánimo, miradas al infinito, pensativas o perdidas. Notas en el tablón, almuerzos en la biblio y capuchinos de avellana, sonrisas y saltos de alegría tras un heladito y un notable en Extranjería, una tarde tonta buscando un regalo y comprando plumas en los chinos.

Un cielo azul en junio, unas palmeras al viento la sensación de libertad al apretar ese botón, la alegría de la foto bien hecha.

Porque ¿de que sirve tener algo material si no puedes llenarlo de experiencias, de alegría, de emociones, de ALMA?

Porque la fotografía es sobre todo alma, la cámara es solo el instrumento para plasmar el alma de la persona que está delante del objetivo, pero sobre todo el alma de quién está detrás de la cámara, porque cada foto es parte de lo que es esa persona.

Para sacar una buena foto hay que poner el objetivo, el ojo y el corazón en una misma línea.