jueves, 9 de junio de 2011

la robadora de almas...


En este mundo capitalista en el que vivimos, y con las pocas alegrías “del espíritu” que ha habido últimamente, pensé que con algo material y ten querido como “Doña Reflex”, se me alegraría todo, pero no. ¿Por qué? Porque lo que me hace feliz es fotografiar emociones, sensaciones, estados de ánimo, miradas al infinito, pensativas o perdidas. Notas en el tablón, almuerzos en la biblio y capuchinos de avellana, sonrisas y saltos de alegría tras un heladito y un notable en Extranjería, una tarde tonta buscando un regalo y comprando plumas en los chinos.

Un cielo azul en junio, unas palmeras al viento la sensación de libertad al apretar ese botón, la alegría de la foto bien hecha.

Porque ¿de que sirve tener algo material si no puedes llenarlo de experiencias, de alegría, de emociones, de ALMA?

Porque la fotografía es sobre todo alma, la cámara es solo el instrumento para plasmar el alma de la persona que está delante del objetivo, pero sobre todo el alma de quién está detrás de la cámara, porque cada foto es parte de lo que es esa persona.

Para sacar una buena foto hay que poner el objetivo, el ojo y el corazón en una misma línea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario